¿QUE ES LA TEOSOFIA ?
La palabra Teosofía se deriva de las palabras griegas Theos, Dios, y Sophia, Sabiduría. Es la sabiduría divina. La sabiduría de Dios.
Es la ciencia que estudia la Verdad en todas sus manifestaciones. Manifestaciones externas, perceptibles por nuestros sentidos y ocultas o invisibles. Manifestaciones verdaderas, no las que parecen ser verdaderas a nuestra imaginación. Lo que imaginamos puede ser erróneo, aunque tenga una apariencia de verdad Nuestros sentidos suelen engañarse y también suele engañarse nuestra mente. Por tanto la Teosofía está por encima de nuestra conciencia mental, emocional y física, imperfecta y por tanto falible. La Teosofía es la sabiduría divina siempre presente, siempre en acción, en nuestro mundo visible e invisible. Abarca por tanto todo lo que hay de inmutable y eterno en ciencia, en filosofía, en religión, en arte. Pero la Teosofía, aunque abarca la ciencia, ya que ésta es una de las manifestaciones de la verdad, en la práctica se diferencia notablemente de ella por los métodos de estudio seguidos por el hombre. La ciencia se ocupa esencialmente de la ‘forma’, de las leyes que rigen su estructura y su comportamiento, y de los fenómenos y aplicaciones de estas leyes. La Teosofía se ocupa esencialmente de la ‘vida’ que habita en esas formas, del aprovechamiento que hace de ellas y de su crecimiento, desarrollo y perfeccionamiento hacia el ‘ideal’ que existe en la Mente Divina.
La Teosofía nos muestra cómo todo cuanto existe, no solamente el hombre, sino el animal, el vegetal, el mineral, luchan por expresar el ‘ideal’ de belleza y perfección que vive en su interior. La Teosofía nos enseña que este proceso es largo y que su nombre es ‘evolución’. La naturaleza no tiene prisa. Pacientemente aprovecha toda experiencia dulce o amarga, placentera o dolorosa, que a través de la ‘forma’ llega a la ‘vida’ animadora de ésta. Así, animando diversas formas, esta ‘vida’ crece hasta alcanzar su ‘ideal’ de perfección. En este proceso nada queda excluido. Dios no puede estar satisfecho con Su obra si sólo unos pocos ejemplares alcanzan este ‘ideal’ de perfección. Su obra estará incompleta hasta tanto todas sus criaturas sean perfectas. Dios es infinitamente paciente y nos depara siempre las mejores condiciones para que la ‘vida’ que nos anima logre su objetivo. Así encontramos las leyes ocultas que rigen este Divino Plan: junto a la ley de Evolución encontramos la ley de Karma o de causa y efecto; la ley del Dharma o del deber; la Ley del Sacrificio o del crecimiento espiri-tual. Así encontramos que ‘una justicia perfecta gobierna al mundo’. Que no existe el premio ni el castigo sino una justa compensación a nuestras obras. Así nos hallamos ante la certeza de que no hay seres privilegiados y seres que hundidos en su perversidad no tienen salvación, sino hermanos mayores que están terminando su peregrinaje por la vida y hermanos menores que comienzan a recorrer el camino. Es encontrar un mundo con horizontes ilimitados cuando no veíamos salida entre las montañas de ignorancia que nos rodeaban. Es encontrar que no somos unos seres miserables en un mundo pleno de miserias, sino que somos muy importantes, pues sin nuestra colaboración y esfuerzo la perfección total no tendrá una culminación feliz. Es encontrar que la vida es bella si corresponde a los anhelos del espíritu. Es comprender que tenemos un mundo interior por explorar, por conocer y por llenar de experiencias, y que junto a la dicha de internarnos en ese mundo, todos los goces del hombre corriente son muy pobres. Es sabernos parte de un plan maravilloso y que podemos ser colaboradores activos y conscientes de ese Divino Plan. Es encontrarnos plenos de responsabilidades, que aceptamos gustosos ante la majestad y la magnitud de la obra divina a la cual hemos sido invitados a colaborar.
El encuentro de la Teosofía marca un nuevo rumbo en nuestras vidas. Ya no podremos ser los mismos de antes. Es posible que nuestros hábitos, nuestros vehículos indómitos, nos hagan fallar muchas veces. No importa. Nos levantaremos una y otra vez después de cada caída hasta que aprendamos a andar en el sendero escogido voluntariamente por cada uno de nosotros. Nuestra vida será más plena, más útil, más recta. Abandonaremos prejuicios, temores, supersticiones, imposiciones de autoridades de cualquier clase. Liberaremos nuestra mente y ampliaremos nuestra conciencia. Podremos decir parafraseando a Gandhi: ‘el único tirano que yo acepto es esa vocecilla que oigo en mi interior’. Y esta preciosa libertad nos la da el encuentro de la Verdad. Tal vez no es sino una pequeña parte de la Verdad total. Tal vez no es sino un ligero descubrimiento de ese total grandioso, pero cuán revelador y cuán estimulante. Creo que el mayor homenaje que se puede rendir a una Verdad es tratar de vivir esa Verdad. Al encontrar la Teosofía nos vemos impelidos a vivir bajo sus altos ideales. Y debemos vivirlos con la ansiedad con que el hombre que anhela las riquezas dedica todos los momentos de su vida a ese objetivo; o con el entusiasmo con que el hombre que quiere poder y gloria sacrifica todo para lograr su fin. Sólo así, con entusiasmo, ardor, espíritu de sacrificio y voluntad inquebrantable llegaremos a ser algún día verdaderos teósofos.
H.P. Blavatsky, Acerca de la Teosofía
“Ya había Teósofos antes de la era Cristiana. . . .Diógenes Laercio considera que el origen de la Teosofía se remonta a una época que antecede la dinastía de los Ptolomeos; y menciona como a su fundador a un Hierofante Egipcio llamado Pot-Amun. . .consagrado [al] dios de la Sabiduría. Pero la historia muestra que fue revivida por Amonio Saccas, el Fundador de la Escuela Neo-Platónica. Él y sus discípulos se llamaban a sí mismos “Filaletes” —amantes de la verdad—mientras que otros los denominaban “Analogistas”, debido a su método de interpretar todas las leyendas sagradas, mitos y misterios simbólicos, por medio de una regla de analogía o correspondencia. . . .Amonio tenía como meta y propósito reconciliar a todas las sectas, pueblos y naciones bajo una fe común—una creencia en un Poder Supremo, Eterno, Desconocido e Innominado, que gobierna al universo por medio de leyes inmutables y eternas. Su objeto era probar la existencia de un sistema de Teosofía primordial, el cual al principio era esencialmente el mismo en todos los países; inducir a todos los hombres a hacer a un lado sus rivalidades y disputas, y unirse en propósito y pensamiento, como los hijos de una madre común; purificar las antiguas religiones, corrompidas y obscurecidas en diferentes grados por toda la escoria del elemento humano, uniéndolas y enunciándolas sobre principios puramente filosóficos. De aquí que, en la Escuela Teosófica Ecléctica hayan sido enseñados los sistemas Buddhista, Vedântico y Magiano o Zoroastriano, junto con todas las filosofías de Grecia... “La Teosofía, es por lo tanto, la Religión de Sabiduría arcaica, la doctrina esotérica conocida alguna vez en todo país antiguo que haya merecido el Título de civilizado. Todos los escritos antiguos nos enseñan a esta 'Sabiduría' como una emanación del Principio Divino.
La idea central de la Teosofía Ecléctica era la de una Esencia Suprema única, Desconocida e Incognoscible—ya que '¿cómo podría uno conocer al conocedor?' inquiere la Brihadaranyaka Upanishad. Su sistema estaba caracterizado por tres rasgos notables: la teoría de la Esencia antes mencionada; la doctrina del alma humana—una emanación de dicha Esencia y por lo tanto de la misma naturaleza; y su Teurgia. . . .En lo que respecta a la Esencia Divina y a la naturaleza del alma y del espíritu, la Teosofía moderna cree ahora lo mismo que la Teosofía antigua. . .
La Teosofía. . .considera que la Deidad es el Todo, la fuente de toda existencia, lo infinito que no puede ni ser comprendido ni conocido, y que sólo es revelado por el universo como Ello. . .
La Teosofía. . .es partidaria de la Anastasis o existencia continua, y de la transmigración (evolución) o una serie de cambios en el alma [metempsicosis y reencarnación] los cuales pueden ser sostenidos y explicados bajo estrictos principios filosóficos. . .
Por medio de esa intuición superior adquirida a través de la Theosophia—o Conocimiento de la Deidad, la cual conduce a la mente del mundo de la forma, al del espíritu sin forma, el hombre en toda época y en todo país, a veces ha sido capacitado para percibir cosas en el mundo interior o invisible. De aquí, el 'Samâdhi' o Dhyân Yog Samâdhi de los ascetas Indos; el 'Daïmonion-photi' o iluminación espiritual de los Neo-Platónicos. . . .La búsqueda del 'ser' más divino del hombre. . .era el objeto de todo místico, y la creencia en su posibilidad parece haber sido contemporánea de la génesis de la humanidad—cada pueblo dándole otro nombre. Es así como Platón y Plotino llaman 'Trabajo Noético' a lo que los Yogîs. . .denominan Vidyâ. 'Por medio de la reflexión, el conocimiento de sí mismo y la disciplina intelectual, el alma puede ser elevada a la visión de la verdad eterna, la bondad y la belleza—esto es, a la Visión de Dios—y esto es epopteia', decían los griegos. 'Para unir el alma de uno al Alma Universal' dice Porfirio, 'se requiere sin embargo una mente perfectamente pura. A través de la contemplación de sí mismo, la castidad perfecta, y la pureza del cuerpo podemos aproximarnos cada vez más cerca de Ello, y recibir en ese estado, el verdadero conocimiento y un maravilloso discernimiento'... Plotino, el alumno de Amonio. . .nos dice que la gnosis secreta o el conocimiento de la Teosofía, tiene tres grados—la opinión, la ciencia, y la iluminación—' El medio o instrumento del primero es la sensación o percepción; del segundo, la dialéctica; del tercero, la intuición. A este último está subordinada la razón y es conocimiento absoluto, fundamentado en la identificación de la mente con el objeto conocido'. La Teosofía desarrolla en el hombre una contemplación directa. . .'una realización de identidad del sujeto y del objeto en el individuo', de tal forma que bajo la influencia y el conocimiento de la hyponoia, el hombre concibe pensamientos divinos, ve todas las cosas como ellas son realmente, y finalmente, 'llega a ser receptor del Alma del Mundo”. . .(2)
“El más importante de los objetos del Movimiento Teosófico “es revivir el trabajo de Amonio Saccas, y hacer que varias naciones recuerden que son hijas 'de una sola madre'.
La Sociedad [y al igual que la Sociedad Matriz Original, La Fundación Blavatsky] como organización, no tiene ningún credo, ya que los credos son sólo cascarones alrededor del conocimiento espiritual; y la realización de la Teosofía es el conocimiento mismo—la mismísima esencia de la indagación filosófica y teística.
[Para ser un Teósofo] “Uno sólo necesita adorar al espíritu de la naturaleza viviente, y tratar de identificarse con él. Reverenciar esa Presencia, la Causa invisible, la cual sin embargo siempre se está manifestando a sí misma en sus resultados incesantes; el intangible, omnipotente Proteo: invisible en su Esencia, que elude cualquier forma, y que sin embargo aparece bajo toda forma; que está aquí y allá y en todas partes y en ninguna; es Todo y Nada; es ubicuo y sin embargo es uno; es la esencia que llena, une, limita y lo contiene todo; y que está contenida en todo. . .
La Teosofía está relacionada con todo hombre que seriamente busca a su modo un conocimiento del Principio Divino, de las relaciones del hombre con ello, y de lo que la naturaleza manifiesta de ello. También está relacionada con la ciencia honesta, distinta de mucha de la que se hace pasar por ciencia física exacta, y siempre y cuando ésta última no se meta en los dominios de la psicología y la metafísica. . . .Y ella también está conectada con toda religión honesta, a saber: con una religión dispuesta a ser juzgada por las mismas pruebas y análisis que ella aplica a las otras. Indiferente a la política; hostil a los sueños dementes del Socialismo y del Comunismo, que ella aborrece—ya que ambos son tan sólo conspiraciones de fuerza brutal y pereza disfrazada, en contra del trabajo honesto; a la Sociedad le importa muy poco el manejo humano exterior del mundo material. Todas sus aspiraciones están dirigidas hacia las verdades ocultas de los mundos visible e invisible.(3)
“La Teosofía, en su sentido abstracto, es Sabiduría Divina, o el agregado del conocimiento y sabiduría que sustentan al Universo, la homogeneidad del Bien Eterno, y en su sentido concreto es la suma total de lo mismo tal como le es asignada al hombre por la naturaleza, en esta tierra, y nada más. . . .Al afirmar que el movimiento Teosófico 'no tiene dogmas o doctrinas propias, es que no hay doctrinas o creencias obligatorias para sus miembros' sin embargo los Maestros que iniciaron este Movimiento. 'Tienen desde luego, una filosofía o —si lo prefieren— un sistema religioso propio'. . .el cual fue esbozado hace algunos años en [la revista] The Theosophist y en [el libro] 'Buddhismo Esotérico”, y se puede encontrar de manera aún más elaborada en la Doctrina Secreta. Está basado en la filosofía más antigua del mundo, llamada Religión de Sabiduría o Doctrina Arcaica.(4)
“Nosotros decimos que, la Teosofía no es una religión. Sin embargo, como todos saben, hay ciertas creencias filosóficas, religiosas y científicas, que han llegado a estar tan estrechamente asociadas en años recientes con la palabra 'Teosofía', que han llegado a ser tomadas como Teosofía por el público en general. Además, se nos dirá que esas creencias han sido aducidas, explicadas y defendidas por esos mismos fundadores que han afirmado que la Teosofía no es una religión. ¿Cuál es entonces la explicación de esta aparente contradicción? y se nos pregunta ¿cómo puede ser etiquetado como 'Teosofía' un cierto cuerpo de creencias y enseñanzas, de hecho una elaborada doctrina y ser aceptada tácitamente como 'Teosofía' por nueve décimos de los miembros. . . si la Teosofía no es una religión? . . .Primero que nada, quizás sea necesario decir, que la afirmación de que 'La Teosofía no es una Religión' de ninguna manera excluye el hecho de que 'La Teosofía es la Religión' misma. Una religión en el verdadero y único sentido correcto de la palabra, es un lazo o vínculo que une a los hombres—y no un conjunto particular de dogmas y creencias. Ahora bien, la Religión per se, en su acepción más amplia es aquello que liga no sólo a todos los Hombres, sino también a todos los Seres y a todas las cosas en el Universo entero en un gran todo. Esta es nuestra definición teosófica de la religión. . .
Por eso, nosotros decimos que la Teosofía no es una Religión, sino la Religión misma, el único lazo de unidad, que es tan universal y que todo lo abarca, que ningún hombre así como ni la más pequeña partícula—desde los dioses y los mortales hasta los animales, la hoja de pasto y el átomo—ninguno puede estar fuera de su luz. Por lo tanto, cualquier organización o cuerpo con ese nombre debe ser necesariamente una Fraternidad Universal.
. . .Nosotros creemos en la absoluta unidad de la naturaleza. La Doctrina Secreta [muestra] cuáles eran las ideas de toda la antigüedad respecto a los instructores primitivos del hombre primordial y de sus tres primeras razas. La génesis de esa Religión de Sabiduría, en la que creen todos los teósofos, data de ese periodo. El origen del así llamado 'Ocultismo', o más bien la Ciencia Esotérica, tiene que ser buscado en esos Seres que, conducidos por Karma habían encarnado en nuestra humanidad, haciendo sonar así la nota tónica de esa Ciencia secreta que incontables generaciones de subsecuentes adeptos, han expandido desde entonces en toda época al mismo tiempo que corroboraban sus doctrinas por observación y experiencia personales.(5)
“El grueso de esa doctrina—que ningún hombre es capaz de poseer en su plenitud— constituye lo que nosotros llamamos ahora Teosofía o 'conocimiento divino'. De aquí que la unidad de todo en el universo indique y justifique nuestra creencia en la existencia de un conocimiento al mismo tiempo científico, filosófico y religioso que demuestra la necesidad y la realidad de la conexión del hombre y de todas las cosas del universo entre sí; el conocimiento de lo cual por consiguiente, se convierte esencialmente en Religión, y debe ser llamado en su integridad y universalidad por el nombre distintivo de Religión de la Sabiduría.(6)